¡Gracias por hablar con nosotros! ¿Cómo va todo?
¡De nada! Gracias a ustedes por el interés. Todo anda bien, dentro de lo que se puede. Cumpliendo la cuarentena y grabando mucho en consecuencia también.
“I’m Nothing” está lleno de sonidos contagiosos de rock. ¿Cómo encontraste el sonido adecuado para esta canción?
Son los sonidos que me quedaron de chico. Me gustan mucho los Manic Street Preachers, los venía escuchando mucho al momento de hacer la canción y eso pudo influir directamente. Logré un sonido que hoy se considera vintage pero con el “grit” del indie moderno.
¿Qué inspiró este sencillo y que refleja el vídeo Clip?
Una vez en Melbourne un indigente me dijo que se iba a suicidar esa misma noche después de comer pizza. Uno puede pensar que quiso dramatizar para recibir unas monedas, pero lo sentí muy real. Le pregunté cómo terminó en la calle y me dijo que por tráfico de drogas. Por eso la temática del vídeo.
Para esta canción trabajaste con músicos importantísimos como Chris Chaney, bajista histórico de Alanis Morissette y actual de Jane’s Addiction, Nekro cantante de Boom Boom Kid, Gaby Zero guitarrista de Coverheads, Lulo Isod batería de Ciro Y Los Persas y Boris Markarian. De qué manera esta colaboración cambió la dirección de lo que originalmente tenías para la canción?
Por suerte cambió mucho el tema. Principalmente después de recibir las guitarras de Gaby Zero. Si bien yo ya tenía el riff protagonista de la canción, Gaby lo llevó todo a otro nivel. El borrador del tema fue tocado y grabado todo por mi. La ingeniería también, entonces llegó un momento que la energía se agotó. Necesitaba ayuda de alguien que piense siempre en guitarras y nada más (y que además las toque muy bien).
Luego la energía asombrosa de Boom Boom Kid fue la “parte C” del tema que nunca existió. Todos agregaron lo suyo de la mejor manera. Nos entendimos muy bien.
¿Hay algún elemento específico que te guste incluir en tus canciones?
Una vez un blog de música Indie escribió sobre una canción mía: “Lamentablemente la canción podría ser mucho mejor si no estuviese apestada de tanta intelectualidad por tratarse de un estilo duro”.
Este fue el mejor alago que recibí.
Así te respondo que me gusta descifrar los pensamientos que tengo, a veces son tan reales que los veo como una imagen, y no sé si son realmente intelectuales, pero es verdad que me gusta pensar bien lo que escribo.
Trabajaste con muchos músicos conocidos, pero una colaboración que llama mucho la atención es la de Marciano Cantero quien es un símbolo indiscutido del rock en español, inclusive aquí en los Estados Unidos. ¿Alguna vez imaginaste que llegarías a grabar un tema con el líder de Los Enanitos Verdes?
No, nunca. Todavía me levanto y me fijo si el tema está en Spotify o es que fue todo un sueño. ¡Por suerte sigue ahí!
Tuve una visión, rotunda, de Marciano cantando esa canción. Me acuerdo que me decía a mi mismo “Acá tiene que cantar Marciano”, y dejé el tema en el tintero por dos años porque tenía una seguridad interna que me decía que el sueño se iba a cumplir. Una locura con final feliz.
¿Hay un álbum específico que cambió todo para ti y te inspiró a seguir la música?
Me marcó mucho el álbum blanco de The Beatles en cuanto a la composición y la variedad de ideas.
¿Quién ha tenido el mayor impacto en su vida hasta ahora y cómo?
Gana el podio mi hijo Jack. Pero también mi mujer quien me lo dio. Y ahora que mencioné dos, no puedo dejar afuera a mi hermano gemelo. Es difícil de explicar cómo me impactó mi hijo, pero en dos palabras se llama “amor verdadero”.
¿Con qué artistas identificas más tu música?
Un poco con Morrissey, otro poco con A-ha, bastante con Roxette y mucho con The Beatles.
Su último álbum fue lanzado en 2011. ¿Tiene algún plan para lanzar un nuevo álbum en el corto plazo?
No, no creo. No sé si lanzaré otro álbum más que una compilación de singles. Al menos hoy por hoy.
¿Qué tipo de música creciste escuchando y te ayudó a formar tu propio sonido?
Te lo respondo con nombre y apellido: Guns N’ Roses. Yo enfoco mi lazo entrañable con la música, el que me permitió encontrar una dirección artística, en los álbumes de principios de los 90. Mi hermano mayor va a estar orgulloso porque los escuché gracias a él.
Viniendo de Buenos Aires, Argentina, ¿cómo ha influido tu ciudad natal en tu música?
Mucho a pesar de vivir actualmente en Australia. El rock barrial de los 90’ en Buenos Aires me marcó mucho. Me refiero a bandas como La Renga y Los Caballeros De La Quema.
¿Dos bandas con las que has trabajado también, cierto? ¿De que manera se relacionaron?
Si, correcto. Tete Iglesias y Raúl Dilelio grabaron bajo y guitarra para mi tema “Unless It’s True” y Pablo Guerra cantó en mi cover de Costumbres Argentinas.
A propósito, tu versión de Costumbres Argentinas llegó a oídos de Andrés Calamaro. ¿Qué sentiste cuando te enteraste?
Me lo tomé con mucha gracia porque me lo comunicó por mensaje privado de Twitter y pensé que se trataba de una cuenta falsa. Cuando supe que era Andrés me sentí muy orgulloso y agradecido por el esfuerzo que nos llevó terminar esa canción.
¿Cómo es su proceso de composición?
Doy vueltas un rato por una idea que tengo en la cabeza y cuando siento una punta de inspiración agarro la guitarra. Canto palabras inventadas arriba de eso y cuando encuentro una veta melódica empiezo a grabar ideas. Después lo demás cae de arriba. Es una manera rápida de explicarlo, pero realmente es un momento de efervescencia artística que motiva mucho y hace que lluevan las ideas. A veces es así y otras no encuentro la dirección y la canción queda sin rumbo.
¿Qué pueden esperar los fans de ti este año? ¿Hay alguna colaboración más en los planes?
Más singles, algunos covers y probablemente otro vídeo clip. Si, estamos trabajando en una canción colaborativa con músicos Norteamericanos, por ahora es la única pista que puedo dar.